Tras la condena del ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, por 34 cargos relacionados con un pago destinado a silenciar a una estrella porno antes de las elecciones de 2016, las reacciones de líderes mundiales y funcionarios extranjeros han sido en su mayoría moderadas, con algunos expresando apoyo a Trump. Este veredicto histórico marca la primera vez que un ex presidente de los Estados Unidos ha sido condenado por un crimen, enviando ondas de choque a través de los círculos políticos internacionales. Mientras que algunos aliados extranjeros de Trump lo han alentado públicamente a continuar su lucha política, la respuesta global ha sido en su mayoría de cautela y contención. Este evento ha añadido una capa de incertidumbre al ya complejo panorama de las relaciones internacionales y la diplomacia de los Estados Unidos, con países de todo el mundo observando de cerca las implicaciones en desarrollo.
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